¿Quieres empezar a poner en práctica mejores hábitos de cuidado personal pero no tienes el tiempo suficiente? ¡No te preocupes! Te ayudamos a encontrar el balance entre tu vida personal y laboral para que cumplas todo lo que te propongas sin morir en el intento. Descubre 5 hábitos saludables para cuidar de ti.
Sabemos que el equilibrio entre la vida personal y trabajo parece un objetivo imposible de alcanzar, sin embargo, existen una serie de hábitos que puedes empezar a incluir en tu rutina que te ayudarán a sentirte mejor contigo mismo, cuidar tu salud y, en general, hacer más cosas en tu día a día sin colapsar.
Desde el inicio de la pandemia, la llegada del home office se ha convertido en un reto importante que, más que facilitar nuestra rutina la ha complicado mucho más. El confinamiento, el sedentarismo y las horas de trabajo excesivas han hecho que sea cada vez más difícil cuidar de tu salud física y mental.
Es importante que tengas en cuenta que cada persona tiene necesidades diferentes, así que al principio vas a tener que ir probando distintas cosas hasta que encuentres el equilibrio ideal para ti. ¡No te frustres! Es normal no encontrar la rutina perfecta a la primera, ten paciencia y no te rindas.
Puedes empezar probando con estos 5 hábitos de cuidado personal para encontrar el equilibrio:
Podrá parecerte cliché o quizás muy evidente, pero tener una alimentación sana y equilibrada es el primer paso para sentirnos bien con nuestro cuerpo al mismo tiempo que cuidamos nuestra salud. Recuerda que la alimentación es el combustible del cuerpo, así que si no comes bien lo más probable es que te empieces a sentir cansado, con fatiga o que incluso te enfermes más seguido.
Planifica las comidas de tu semana pensando siempre en incluir proteínas, verduras, fibra y fruta. Evita los platos con mucha grasa, las harinas en exceso y los azúcares procesados. Al principio puede ser un poco complicado acostumbrarse, pero una vez lo logras notarás un cambio significativo en tu energía y salud.
Seamos honestos, muchas veces el trabajo se convierte en nuestra principal fuente de preocupación. Sobre todo cuando no estamos muy seguros sobre nuestro rendimiento, si estamos logrando los objetivos o si podemos mejorar es normal sentirnos un poco perdidos o incluso estancados a veces.
Habla con tus superiores, pídeles feedback donde evalúen tus fortalezas y debilidades, lo que esperan de ti en el cargo y piensa de qué manera puedes ser más productivo. ¡Ojo! Esto no significa trabajar más horas, al contrario, debes aprender a distribuir tu tiempo y plantearte metas que puedas alcanzar cada día.
Una vez tengas claro lo que necesitas en tu vida laboral, respeta tu espacio personal. Cumple con tu horario, no te hagas el hábito de quedarse hasta tarde todos los días o de responder mensajes, correos y llamadas en tu tiempo libre. ¡El cuidado personal debe ser tu prioridad!
Ahora que ya tienes claro lo que debes hacer en tu trabajo el siguiente paso es aprender a decir que no. Sí, como lees. Seguramente te ha pasado un montón de veces que aunque tienes un sinfín de pendientes y responsabilidades no puedes negarte a aceptar más trabajo o incluso cubrir a algún compañero.
Este es quizás uno de los hábitos para cuidar tu salud más importantes. Debes aprender a reconocer tus límites y, sobre todo, respetarlos. Bien sea que lo hagas por agradarle a los demás, quedar bien con tus jefes o por satisfacer una necesidad interior de decirle que sí a todo si no eres capaz de poner un límite te sumergirás en una sobrecarga enorme de trabajo que puede perjudicar tu salud.
Tu vida personal y el trabajo son dos cosas diferentes y cada una tiene su tiempo y espacio. Ten en cuenta que aprender a decir que no también aplica para esos planes a los que no quieres asistir, eventos o cualquier otra cosa que no te guste hacer. Nadie debe sentirse obligado a hacer cosas que no quiere. ¡No tengas miedo!
¿Quieres hacer mil cosas y sientes que no te alcanza el tiempo? ¡Puede que no estés organizando bien tu tiempo! Ahora bien, con el home office y la reducción de personal en muchas empresas es normal que la carga laboral aumente, sin embargo, esto no puede ser excusa para olvidarte del cuidado personal.
Empieza cada día haciendo una lista de tus pendientes, identifica cuáles son urgentes y cuáles pueden esperar un poco más. Para este punto debes experimentar un poco hasta encontrar el método que mejor se adapte a ti: puede ser llevar una agenda, trabajar con metas por horas, recordatorios en el teléfono, ¡la creatividad la pones tú! Sea lo que sea que decidas hacer recuerda que eres humano y que está bien no cumplir con todo algunos días.
Un consejo: ¡dile no al multitasking! Lo mejor que puedes hacer es enfocarte en una sola tarea a la vez antes de pasar a la siguiente.
¡Disfruta de tu tiempo libre! Un excelente hábito para cuidar tu salud puede ser realizar alguna actividad física, encuentra algún deporte o hobbie que te apasione y te obligue a moverte. No solo te divertirás sino que también podrás pensar en otras cosas y relajarte. No te sientas culpable por dedicarte tiempo a ti mismo, al contrario, conviértelo en un hábito donde todos los días puedas enfocarte en tus necesidades.
Incluye cosas que te gusten a tu rutina siempre que puedas, dedícate unos minutos en las mañanas y antes de acostarte para cuidar tu piel, tu cabello y, en general, conectar contigo mismo. Puede ser tan fácil como incluir el uso de cremas para peinar, desenredantes o espumas antes de salir para mejorar tu peinado o aplicarte bloqueador solar antes de salir. Tu cuerpo y mente te lo agradecerán.